Cuando se inicia un proyecto de empresa, se crean muchas expectativas alrededor, como por ejemplo, lograr la tan anhelada independencia económica, surgir en un mundo empresarial, crear un producto o servicio que marque la diferencia entre muchos otros. Cada emprendedor al empezar a estructurar su sueño empresarial tiene muchas ideas que deben ser aterrizadas en el momento preciso.
La formalización hace parte fundamental de dicho proceso, y poniendo los “pies en la tierra” frente a la idea de negocio, es hora de moldear nuestra idea y darle vida ante las instituciones estatales pertinentes, como la Cámara de Comercio, La DIAN, entre otras, siendo estas las más relevantes. Pero no solo se debe quedarse allí, en el simple hecho de tener un registro mercantil, un RUT o un NIT, se debe pasar a la organización, recopilación y sistematización de nuestros ingresos, costos y gastos, y es en ese preciso momento donde la contabilidad se convierte en nuestra mejor aliada.
La contabilidad es esa herramienta precisa que no solo permite determinar, lo que tenemos y lo que hemos gastado, sino que nos sirve para saber administrar nuestros recursos, y hacer un efectivo plan de negocios que nos permita planear de manera eficiente los recursos económicos, humanos y tecnológicos de nuestra empresa.
El emprendimiento siempre ha estado inherente a la sociedad, siempre se han creado negocios familiares, de barrio, microempresas, las conocidas Pymes, pero hoy en día se ha marcado la pauta al ir mas allá de salir del conformismo, sino también de dejar un impacto social, proyectando no solo los objetivos personales, sino también al crear fuentes de empleo, rodearse de un buen equipo creativo que pueda contribuir a los objetivos que se quieren conseguir en este camino al cual quieren marcar la diferencia.
La organización es clave, no dejar acumular nuestras transacciones, aunque en el inicio puedan ser pocas, siempre se deben registrar desde un básico Excel, que lo encontramos en cualquier computador de mesa o portátil, hasta en un software contable que es más aconsejable adaptarlo según nuestras necesidades, y muchos de estos software, no solo nos ofrecen la herramienta tecnológica para sistematizar nuestra contabilidad, sino también un equipo humano que pueda contestar nuestras dudas y ser un apoyo fundamental en nuestro camino al emprendimiento.
La planificación de pagos que nos permita conocer lo que debemos, un efectivo flujo de caja donde evidenciemos nuestras entradas y salidas de efectivo, y un cronograma de actividades diarias (reuniones con posibles inversionistas, compra de maquinaria, entrevistas con talento humano que quiera acompañarnos en nuestra travesía empresarial, etc.) y el acompañamiento de un equipo contable que sea una mano amiga al acompañar nuestro proceso innovador, se convierten en los pilares fundamentales, para que el emprendimiento adquiera la estructura que requiere para que surja y se consolide como un concepto de negocio que deje huella en el ámbito empresarial.
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